Doc3Más de diez millones de telespectadores seguirán, estoy seguro, este miércoles por televisión un partido de fútbol. A pesar de la abundante cobertura informativa y audiencia, no hay que confundir el resultado de este encuentro con el pasado debate sobre el estado de la Nación. Admitamos, eso sí, que Zapatero eligió la fecha de su comparecencia parlamentaria con alguna picardía para solapar el debate y enmascarar su soledad.
Si de millones de personas se trata, los que no van a ganar nada, ni con uno ni con otro evento extraordinario, son los más de cuatro millones de parados que hay en España. Ellos son la piedra de toque de la crisis económica y la cruda fotografía de la realidad sobre el estado del país. Esto al menos sí que creo que queda claro.
¿A quién votarán los parados?
Si se trata de desempleados, los menos, cuyo único objetivo es cobrar un subsidio durante el mayor tiempo posible, sin otra expectativa que esperar sentados a que escampe la crisis, votarán al PSOE.
Si se trata de desempleados, los más, que quieren trabajar, que buscan afanosamente una ocupación digna, que quieren administrar el fruto de su trabajo sin depender de nadie, que consideran que la política social más activa y solidaria es aquella que crea empleo y no lo destruye, que tienen vocación de emprender y labrarse un futuro mejor, que les repele la pasividad del Gobierno ante su drama, que no soportan la indolencia y la falta de iniciativas políticas eficaces, que entienden que el descenso de afiliaciones a la seguridad Social es un riesgo para el sistema de pensiones, que quieren salir al encuentro de la solución, deberían votar al PP.